Tu Dulce Condena

NO ROMPAS

Que loco es llegar a tu casa este sábado a la noche. Viento sur, a punto de llover, olor a tierra mojada y la casa vacía. No hay nadie, ni el perro ni el gato, ni hay comida... Solo silencio.

Y te pones a pensar, y empezas charlas virtuales con los de siempre. Te sentís un poco solo por la situación pero un poco de música te levanta. No hay nadie para salir esta noche, me siento ansioso por saber que pasará mañana. Puede sonar estúpido, pero es un día importante para mi, no importa porque.
De repente, mientras charlas y lees lo que la gente escribe te recorre una sensación que te hace preguntarte: ¿Soy Idiota? La respuesta esta en uno, dentro mío dice: SÍ! Totalmente…
A veces, por no preguntar, por no querer meterse en la intimidad de las personas y hacer ojo ciego a las situaciones, te das cuenta con el tiempo lo errado que estabas. Y decís “¡¡porque mierda no me di cuenta de tal cosa!!”

Eso me pasó, hablando con el confidente de los confidentes por acá, por el Facebook.

Y te enteras cosas, que podrían haberte cambiado los días, o los sentimientos. Me sentí bastardo, idiota, un pelotudo con todas las letras que en vez de estar bien, se hace mala sangre por otros, pensando boludeces y arrastrándose por alguien que se te ríe en la cara. “Es un tiro al aire” me sonó igual a “esta en cualquiera”. Seguramente así es, pero no me arrepiento de los llamados ni de las ganas de intentar. Las cosas como son, “No lo superaste?” entonces no estés conmigo al pedo… Todo bien pero, no rompas las pelotas…


Me enoje y mucho…



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